Sociedad Sigue el cruce de acusaciones

Tenso conflicto en el frigorífico Tres Arroyos: Se dictó la conciliación obligatoria

Una de las situaciones que preocupaban ayer daba cuenta también de la mortandad de pollos que se podría llegar a producir en el caso de persistir la inactividad y mantener camiones cargados con animales.
Con el dictado de una conciliación obligatoria por 15 días hábiles a partir de ayer, finalmente se descomprimió en algo la tensa situación en que fue derivando el conflicto gremial que se inició en la planta de faena La China, que la empresa avícola Granja Tres Arroyos tiene en Concepción del Uruguay.
Un problema iniciado tras el despido de tres obreros del sector de trozado, tuvo en la noche del domingo su punto culminante con una fuerte protesta en las puertas de la planta.
Hubo quema de gomas, personal que quiso entrar a trabajar y terminó con custodia policial, amenazas telefónicas y disparos sobre el domicilio de uno de los supervisores de la planta.
Con el dictado de esta conciliación se deberá iniciar en estas horas una mesa de diálogo que permita acercar posiciones y retomar las actividades en la planta de faena.
Una de las situaciones que preocupaban ayer daba cuenta también de la mortandad de pollos que se podría llegar a producir en el caso de persistir la inactividad y mantener camiones cargados con animales.
El eje del conflicto siguen siendo los tres empleados despedidos, por lo que el gremio continúa sosteniendo la inmediata reincorporación de este personal. Finalmente ayer los obreros instalaron carpas de protesta en el centro de la ciudad, frente al Centro Cívico uruguayense, para dar a conocer de forma pública su situación.

Desbordado
Uno de lo dueños de la empresa, Joaquín De Gracia, remarcó ayer su falta de experiencia en el manejo de este tipo de conflictos. “Yo lo único que sé hacer es generar trabajo, es por eso que hoy somos la empresa avícola más importante del país y la generadora más importante de mano de obra que hoy existe en la región”, señaló el empresario al tiempo que destacó: “No sé cómo manejar este tipo de situaciones, nunca lo vivimos, y menos con este grado de violencia”, remarcó.
Según destacó el mismo empresario, se envió al personal que no pudo ingresar a la planta, para que hiciera su descargo en la comisaría 2ª, cercana al lugar, “y allí se labraron 230 actas de gente que quería trabajar y no pudo ingresar, porque se lo impidieron de forma violenta”, afirmó en un diálogo con Radio 9.
Tres Arroyos ocupa, solamente en su planta de Concepción del Uruguay, a unas 1.300 personas de forma directa, y faena un total de 200.000 pollos diarios.

Acusaciones y desmentidas entre las partes
Mario Barrios, secretario general del Sindicato de la Alimentación, entidad gremial que agrupa a los obreros de Tres Arroyos, desmintió, por su parte, todas las acusaciones que ayer se daban a conocer en las distintas emisoras de radio de La Histórica, que daban cuenta de la presión ejercida por parte de los manifestantes para que quienes querían concurrir a trabajar no entraran a la planta.
“Nosotros no somos los malos de la película, como algunos quieren hacer creer. La manifestación nuestra fue totalmente pacífica, había familias completas que nos acompañaban”, destacó Barrios.
Muchos de los mensajes que se irradiaban ayer remarcaban el hecho de que hubo gente que tuvo que ingresar navegando a través del arroyo La China, y otros en camiones térmicos para que no se los viera. También se destacaba que había grupos de obreros dentro de la planta que no podían salir por temor a la manifestación que estaba en la puerta.
Barrios señaló que nunca se impidió el ingreso a nadie y reconoció algunos inconvenientes durante las primeras horas de la manifestación destacando que “hubo algunos grupos que estuvieron tomando fernet con coca, pero hubo una idea en común de que no hubiera nada de alcohol en la protesta, así se respetó”, por lo que todo habría vuelto a la normalidad.
De igual manera remarcó que hay filmaciones que acreditan sus dichos y minimizó los disparos que perpetrados contra el domicilio de uno de los supervisores.
“Es la tercera vez que le tiran tres tiros en la puerta y parece mentira que cada vez que él genera un conflicto en la planta van y le balean la puerta”, señaló en declaraciones a LT11. (diario Uno)
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